lunes, 26 de noviembre de 2007
jueves, 8 de noviembre de 2007
Amor de estación
No sé como tuve fuerza para arrastra su cuerpo y cubrir el agujero. Al echar el último puñado de tierra acaricié sus pies que aún sobresalían. Lo tenía pensado desde hacía mucho tiempo. A éste a quien yo llamaba Pinocho, debía de conservarlo de alguna manera. El mejor lugar era a los pies del viejo olivo. Tal vez allí alguna vez sus brazos se fundirían con las raíces. Aspiré el olor de los jazmines para recuperarme y abandoné el patio. Regresé a la tienda y seguí con mi tarea. Me costaba acostumbrarme a su ausencia. Había acariciado su cuerpo durante muchos años. Me senté en el banco detrás del mostrador y recordé la última chaqueta que le puse y la corbata haciendo juego con la camisa. Sabía que llegaría el momento de reemplazarlo. Cogí las llaves y decidí cerrar antes de la hora. Antes de irme miré el escaparate vacío. Sólo hasta mañana, que llegará el próximo y lucirá los bañadores de la nueva estación.
lunes, 5 de noviembre de 2007
En la vereda de su casa montó una feria de reliquias
Siempre soñó con tener una compra-venta como las que asombran a los turistas extranjeros en San Telmo pero el dinero no le alcanzó y la idea casi quedó archivada entre las vitrolas, las arañas, y los faroles del siglo pasado que fue amontonando en el garage... hasta que tomó coraje, sacó una reposera, una mesa y, a la sombra de dos crespones fue acomodando cada una de sus piezas antiguas y una gran cantidad de cuadros que él mismo pintó. Así, la acera de su sencilla vivienda se transformó en una marquesina donde conviven unos binoculares de bronce, con una especie de arpón de la guardia imperial suiza, o la colección de monedas de los tiempos en los que España no era ni por asomo la potencia económica de hoy.
De esa España que se desangraba en una cruenta guerra civil llegó Vicente en 1950, junto con sus padres y sus cuatro hermanos. Atrás quedaron los ocho años que pasó en el seminario San Juan de Dios de la provincia de Granada. Ahí nació su gusto por las restauraciones y aprendió el oficio, pero la Argentina de mediados del siglo pasado lo que reclamaba eran manos dispuestas a trabajar la tierra y Vicente se pasó una década plantando cebollas y cultivando en las viñas mendocinas.Después se puso el traje de comerciante y anduvo recorriendo las provincias promocionando chicles para la empresa Adam´s, hasta que un grave accidente lo obligó a jubilarse cuando todavía era joven.
Por entonces, ya se había asentado en Río Cuarto, una ciudad a la que nunca esperó llegar pero que había caído en la lotería de traslados decididos por la empresa, como su último destino. Llegó a hacer restauraciones en la iglesia Catedral, de donde se trajo “El purgatorio”, una enorme pieza de madera que fue traída de la italiana Trento y que, luego de estar años en la Catedral había quedado arrumbada en un rincón.Con paciencia la fue restaurando y hoy dice que le cuesta desprenderse de sus cosas-Le tengo cariño a todo -.
Entretanto, por la vereda pasan transeúntes que se quedan extasiados ante las farolas y las arañas de fundición.Vicente no parece tener ningún apuro en que esas piezas que lo acompañaron por años, lo abandonen.“Cuando el tiempo está lindo como hoy, saco todo a las cinco de la tarde y me quedo hasta que el sol se empieza a poner, aquí me paso las horas y me encanta”, dice.La feria de cuadros y antigüedades, más que un emprendimiento comercial que vaya a notarse en su billetera, se parece a la excusa perfecta que encontró un hombre inquieto para sentirse arropado por los objetos que forman parte de su historia personal.
Artículo publicado en Diario Puntal -Río Cuarto -Argentina.
Siempre y de alguna manera intentamos encontrar algo que nos recuerde nuestro pasado . El exilio dorado no existe, pero los que hemos tenido que enfrentarnos a esa realidad y mantenemos la dignidad por encima del dolor , seguimos viendo los infinitos caminos que nos proporciona la vida. Y al final son ellos, los que provocaron ese destierro los que tendrán que ir para siempre con los ojos cerrados para no cruzarse con el desprecio y la verguenza de toda la humanidad. Caminarán a oscuras , mientras otros como éste vendedor de reliquias recuperarán ilusiones para seguir disfrutando cada día.
viernes, 2 de noviembre de 2007
QUE LLEVO EN LA MALETA AL FINAL DE MI VIAJE-DICIEMBRE 2006
Padre de ti me llevo, el silencio de un sabio.
la ternura encogida en tu alma apagada.
Me llevo tu mirada, tu reposo, tu espera
el tacto de tus manos, rugosas y gastadas.
De ti madre he guardado, en mi veja maleta
tu bondad , tu nobleza, tu risa y tu inocencia
tu madurez forzada que asoma cada día
tras el telón que oculta a una niña asombrada.
De la noche me llevo una estrella caída
que guardaré celosa
junto a un rayo de luna
para pedir deseos
que se hagan realidades.
De mis horas de imsomnio
me acompañan fragancias
de jazmines que crecen
bordando la ventana.
Me llevaré sabores
que envolvieron mi infancia
en la vieja cocina
con la leña encendida
y llamas que abrigaron
trocitos de mi vida.
Llevaré en mi maleta
la inconclusa historia de mi primer amor
y a pesar de las horas
que ha ido gastando el tiempo
envolveré momentos en papeles dorados
para que alguien , mañana,
encuentre lo que yo he amado.
Me llevo de mi gente
el abrazo más largo,
que cruzará el Atlántico
guardado en un rincón de mi vieja maleta
para abrigarme siempre
que la nostalgia asome
Y, al final de mi viaje
cuando abra la otra puerta
del mundo que hoy me habita
volverá mi maleta
al rincón del presente
y encontraré
otro afecto,
otra noche,
otra estrella,
otro cielo,
otro olor,
otro amigo,
otra flor,
y el amor......sin maletas.
VIDALA PA´MI NIÑA
risa de niña, pequeña,
fugaz, ligera, volátil,
con el alma entera
para arrancarme las penas
solito al verte morena.
Ay , vidala vidalita
vidalitay ,ay,ay,ay
Morenita de ojos claros
niña de entrañas maduras
pilar que sostiene el cielo
agua de fuente, frescura
para quitarme el dolor
solito al verte morena
Ay, vidala vidalita
vidalitay,ay,ay,ay
¡Ay! morena morenita
viento que soplas ternura
perfumada mañanita
noche con color de luna
para iluminar mi vida
solito al verte morena
Ay, vidala vidalita
vidalitay,ay,ay,
Beatriz :marzo 2006-para claudia,sensibilidad y ternura