¿Palabras ?
Si, de aire
y en el aire perdidas,
déjame que me pierda entre palabras.
Déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece.
También la luz en sí misma se pierde.
OCTAVIO PAZ
MONÓLOGO INTERIOR-
juraría que es él creo no equivocarme aunque han pasado tantos años que hay rasgos que me desorientan pero lo admito el tiempo es implacable no tenía barba su cabello tampoco era blanco no obstante me sentaré a su lado tal vez me reconozca pero que tonta soy si yo tampoco tengo aquella cabellera negra y con este color de tinte cómo se me ocurre pensar que él llegaría a reconocerme pero insisto y de cualquier manera ocuparé el asiento vacío que está a su lado pasan ya cinco minutos y yo casi pegada a su cuerpo y él que me mira o a mí me lo parece pero ningún gesto me hace pensar que me recuerda y si le pregunto si este autobús me deja cerca del museo Picasso acaso en su contestación yo reconozca su voz o él la mía pero sería en vano su voz ya era distinta cuando en aquella llamada imprevista de hace unos años me contaba que se había casado y que era muy feliz ahora lo siento toser pero no tengo ningún recuerdo de cómo era su tos pero vaya ocurrencia la mía si nunca me interesó como tosía eramos muy jóvenes y por entonces eran sus ojos y sus labios y sus manos en mi cuerpo y las mías rozando su piel lo que nos hacía creer que aquello sería para toda la vida vaya ahora percibo su mirada juraría que algo de mí le resulta familiar pero sigue callado creo que él también piensa que se ha equivocado que angustia mi parada está muy próxima sería insólito habernos encontrado y que estas incertidumbres nos privaran aunque mas no fuera de un hola que alegría encontrarte alguna vez tenía que suceder nos lo habíamos dicho tantas veces sí habíamos dicho que nunca nos olvidaríamos y que si alguna vez volvíamos a encontrarnos y pasare el tiempo que hubiese pasado nos abrazaríamos como lo hacíamos entonces y a lo mejor hasta nos regalábamos un momento inolvidable y bueno entonces por qué me lo pienso tanto y de una vez me atrevo y me presento hola me llamo ana tu cara me resulta familiar que no que tampoco que eso a él no le gustaba odiaba las impertinencias aunque si efectivamente es él acaso se moleste porque no lo he reconocido y ahora en lugar de atreverse a decirme algo va y saca un libro de su portafolios esto me viene de maravillas ahora ya no tendré duda reconocería entre cientos cuales eran sus lecturas preferidas y le vuelvo a mirar con curiosidad que caray quiero saber que lee pero él también vuelve a mirarme esta vez de reojo juraría que está esperando asegurarse de que no es un espejismo que me ha encontrado que soy yo la que tanto le quiso y que a ha llegado el momento y me tomará otra vez de la mano y me dirá eres tú te he reconocido y al abrazarme sabré que siempre hubo esperado este momento pero nada de eso sucede quizás porque sigue siendo tan tímido como entonces y me vuelve a desorientar tampoco es un libro lo que va a leer sólo son unos folios impresos aunque ahora que lo pienso a él le gustaba muchísimo escribir no lo hacía mal acaso se haya decidido al fin y sean éstos los borradores de la novela que siempre quería publicar lee con entusiasmo me mira ahora con insistencia seguro que no se anima a decirme hola soy juan claro que también era un indeciso y estará pensando y si me confundo aunque noto que tiene ganas como de abrazarme vamos a mí me lo parece me faltan dos paradas y nuestro destino depende de una pregunta él se pone de pie se dirige a la puerta para descender lo hará antes que yo ahora no hay dudas él siempre quería ser el primero en todo el viaje se termina gira la cabeza me mira pero que tonto ha sido no se ha animado a preguntarme eres ana y yo me quedo enmudecida y desde la ventanilla le veo alejarse ahora se detiene y enciende un cigarrillo como lo hacía hace veinte años cada vez que nos despedíamos... aún se acuerda que a mí no me gustaba que fumara-
-----------------------------------
Y muchos más y muy buenos en la casita naranja de Rossina