"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

lunes, 30 de junio de 2008

¡CAMPEONES!



De vez en cuando en la vida hay momentos o circunstancias que te llenan de ilusión. Hoy ese momento nos ha llegado por el esfuerzo, el talento y la belleza del juego de estos "23 locos bajitos".




JOAN MANUEL SERRAT-De vez en cuando la vida.

domingo, 29 de junio de 2008

Vidas cruzadas


Albinus había sido un hombre respetable en Berlin, su ciudad natal. Yo le conocí en las sierras de Córdoba, Argentina, adonde había emigrado hacia 1945 después de un doloroso fracaso sentimental. Amó pero no fue amado.
Cada atardecer, al terminar la faena, solía encontrarse con mi abuelo Arnold con quien compartía el oficio de carpintero y una gran amistad que se remontaba a sus años en Berlin. Dos sillas de mimbre verde en el patio de la hermosa casa colonial, donde nació mi padre, y una jarra con agua fresca eran el escenario de sus tertulias. Allí jugaba yo alrededor de la fuente que adornaba el patio bajo una frondosa glicina cuyas flores, al comenzar la primavera, pintaban el paisaje de un deslumbrante color violeta.
Albinus recordaba. Él y abuelo Arnold recordaban. Habían pasado muchos años desde que emigraron, pero seguían apoyándose uno al otro para sobrellevar sus nostalgias. Abuelo había salido de su tierra poco después de su boda con Elena, mi abuela, en busca de un futuro mejor. Lo habían conseguido. Eran muy felices.
Me gustaba escucharlos hablar a abuelo Arnold y Albinus. Sus recuerdos eran, en mi inocencia, cuentos hermosos que no asociaba con la realidad. Hablaban de su juventud, de sus amigos comunes, del barrio y de la guerra.
Una tarde –tendría yo alrededor de doce años- la conversación transformó la mirada de Albinus. Había lágrimas en sus ojos. Éstos eran celestes, muy celestes, y los rojizos reflejos del cielo de ese caluroso atardecer daban a su mirada un brillo especial. Mi curiosidad fue en aumento. Intuí que no se trataba de un cuento sino de una historia común de la que Albinus y Arnold eran los personajes.
Abuelo había posado su brazo sobre los hombros de su amigo como queriendo protegerle. En sus gestos se notaba comprensión. Lo abrazó fuerte y después sacó del bolsillo de su pantalón un amarillento pañuelo con el cual secó sus lágrimas. Entre ellos flotaba el recuerdo de una mujer joven y guapa.
Abuelo se puso nervioso, como si temiese que yo llegara a conocer el final de la historia. Entonces, poniéndose de pie despidió a Albinus. Miré a éste marcharse y, no sé por qué, asocié su imagen con la del perdedor. Su desgarbada figura era como un filo que cortaba la historia entre el desencanto de su pasado y el presente feliz de mi abuelo.
Abuela Elena se asomó desde el comedor para saludarle. La cena estaba lista. Abuelo permanecía en silencio. Aquella noche supe que la tristeza de Albinus por aquel amor imposible tenía un nombre, Elena Suarttz, mi abuela. La joven mujer que enamoró a Arnold .

miércoles, 25 de junio de 2008

EQUILIBRIO




La oscuridad se deja adorar por la noche

como el dolor por el tiempo.

Amanece ,

acaricio tu cuerpo

y mi piel se moja con tu saliva,

la mañana se llena de olores

y somos otra vez

tu y yo,

y yo en ti,

y tu conmigo,

somos nosotros.

viernes, 20 de junio de 2008

TUS SÍLABAS DE ARENA




POETA

Una gaviota venida desde lejos ha llegado hasta estos mares. En ondulante vuelo sobre sus aguas va recogiendo con su pico una a una las palabras que aquel poeta arrojara, ha mucho tiempo. Luego despliega sus alas para elevarse y el aire le abre camino hasta la estrella más brillante para que ésta envuelva en papeles dorados los más hermosos poemas. Anoche la estrella, testigo eterno de la desnudez de los cuerpos, me ha enviado a través de su rayo de luz, cual caricias tus
SÍ-
LA-
BAS-
DE-
A-
RE-
NA.

LA AGENDA DE LOS DESÓRDENES


He viajado hacia el pasado y al hacerlo he encontrado que aquél desorden que nos hizo sentir escalofríos en nuestras vidas ya no existe. En tu vieja agenda de cuero marrón he notado el final. Su nombre, escrito en el ordenado abecedario de sus amarillentas hojas, es hoy sólo un trazo negro. El mismo trazo que nos ha servido para volver a empezar. Esta noche, cuando has regresado del trabajo y me has abrazado he percibido tú convicción del nunca más. Tu mirada, tus caricias, el beso de “Buenas noches “, tú brazo debajo de mi cuello que me ayuda a conciliar el sueño y ése te quiero sin imposiciones son la evidencia de tu órden.



Foto: agenda Moleskine -`[Google]
"Moleskine es el legendario cuaderno de notas/agenda utilizado por algunos de los mas renombrados artistas e intelectuales europeos de los últimos dos siglos: de Van Gogh a Henri Matisse, de las vanguardias históricas a Ernest Hemingway. Una tradición recuperada por el escritor viajero Bruce Chatwin que los adquiría en una vieja papelería parisina, para llevarlos siempre consigo en la mochila o intercambiarlo con sus amigos escritores como Luis Sepúlveda

miércoles, 18 de junio de 2008

LA MÁSCARA


Cuando quitaron la máscara apareció una imagen sorprendente.
Fue lo último que vió del anuncio publicitario. Tenía sueño. Apagó el televisor, no podía esperar el final de la película. Estaba cansada, el cuidado de sus nietos durante el día la dejaba aturdida. Se lavó la cara, cubrió su piel con la crema de noche, se dió unos masajes para que penetrara y surtiera el efecto prometido, y se acostó. Antes de apagar la luz recordó el spot. Cerró los ojos e intentó dormir. El sueño no era relajado. A la mañana siguiente las sábanas revueltas daban cuenta de ello. Se despertó temprano, con angustia. Temía abrir los ojos. Acarició su rostro y lo notó terso, suave. Se levantó ilusionada. Se miró en el viejo espejo y como cada mañana estiró su piel con los dedos como queriendo borrar sus arrugas. Y sonrió con ironía. Una vez más la publicidad había conseguido su objetivo.

sábado, 14 de junio de 2008

ABANDONO


Y por qué hablar de ella, precisamente ahora, después de tantos años, fue tu pregunta. Por eso, padre por eso, te respondí. Porque han pasado ya muchos años ahora hablaré con tranquilidad.
Antes nunca pude transmitirte mis dudas, jamás me animé a decirte lo que sufrí cuando me enteré lo que había sucedido. Tu eras especial y todos te respetábamos. Pero hoy, pasado el tiempo y cuando las cuerdas del sometimiento se han desatado, aunque te moleste hablaremos de ella. No tengas miedo, me irritan los cobardes. Lo que tengo que decirte, necesitará menos tiempo que el que tu ocupaste en apartarla de nuestro lado. Si padre, hoy la he conocido a ella, a mi madre, precisamente ahora cuando ella ya no me reconoce.

2007

15 DE JUNIO-DÍA MUNDIAL DE LOS ANCIANOS ABANDONADO



Uno de cada cien ancianos sufre maltrato en la familia. El Centro Reina Sofía ha dado a conocer hoy en rueda de prensa, con motivo de la celebración el próximo domingo del “Día Mundial de la toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez”, el informe "Maltrato de personas mayores en la familia en España", el primer estudio que se realiza a escala nacional sobre éste tema, y que da a conocer la situación de maltrato que padecen los ancianos. El primer estudio que se realiza a escala nacional sobre éste tema.

Según ésta investigación, una de cada cien personas mayores entrevistadas, ha sido víctima de maltrato por parte de algún familiar a lo largo del año 2005, lo que supone que cerca de 60.000 ancianos en España sufren maltrato cada año. Esta cifra aumenta entre los ancianos que padecen algún tipo de dependencia y entre los de mayor edad. Por otro lado, cinco de cada cien cuidadores reconoce haber maltratado a una persona mayor a su cargo a lo largo del año 2005, siendo los hijos, en un 60% de los casos, los principales agresores.

El informe, realizado por Isabel Iborra, Coordinadora Científica del Centro Reina Sofía, y dirigido por José Sanmartín, director del mismo Centro, es pionero en abordar el problema del maltrato a personas mayores desde el punto de vista de las víctimas y de los cuidadores y recoge, entre otros aspectos, las circunstancias que rodean a las personas que sufren este tipo de violencia. [La Razón Digital, 15 de junio de 2008]

viernes, 13 de junio de 2008

HAY HUMO EN TUS OJOS

Habíamos coincidido muchas veces en la puerta del estanco.
Aquella mañana llovía a mares, y él estaba a punto de cerrar su paraguas mientras apretaba entre sus labios, supongo, el último pitillo que le quedaba. Yo llegaba con el mismo propósito, mi cajetilla de tabaco estaba vacía. Me miró e hizo un gesto para protegerme de la lluvia. Observé sus amarillentos dedos al abrir otra vez su paraguas y escondí los míos en un acto reflejo. Fue en ése momento en el que la complicidad nos hizo sonreír, cuando mirándome a los ojos le oí decir aquellas palabras que jamás he podido olvidar-¿No crees que se te pueden oscurecer los ojos con el humo del tabaco?-. Y caminamos hasta el café más próximo, sin tabaco. Han pasado 20 años. Frente al estanco hoy hay una heladería. Entramos.
-¿De que lo quieres ?- me pregunta.
-De chocolate, respondo -¡No puedo con mi vicio!.
.Nos miramos y otra vez la misma sonrisa de complicidad.

jueves, 12 de junio de 2008

LA OTRA ORILLA



Septiembre en despedidas
septiembre de acogidas
septiembre de ida y vuelta
de noches y de días.
De arraigos y desgarro
de raíces roídas
de dolor en el alma
y de amores en calma.

Septiembre continuados
septiembre separados
septiembre de una orilla
con la barca partida.

Septiembre en el sur
de manos apretadas
septiembre de hasta siempre
de profundas miradas.

Septiembre en mariposas
que vuelan con recuerdos
septiembre de reencuentros
que mueren en septiembre.


septiembre 2005

martes, 10 de junio de 2008

la leyenda del pájaro negro


Sentado en la escalera de la catedral del pueblo se hallaba siempre aquel anciano cubierto, invierno y verano, por una vieja manta. A su lado una jaula y en su interior un pájaro negro. El sombrero que cubría su blanca cabeza tenía el color del viento o ¿del tiempo?. Sus manos arrugadas se apoyaban sobre sus rodillas y con la palma de la mano hacia arriba dibujando un cuenco, yo le recuerdo. Los domingos a la mañana me entretenía mirándole a la salida de misa mientras se formaban los corrillos de familias que comentaban el último casamiento, la muerte de algún vecino del lugar o, entre dientes, si fulana seguía sus aventuras extramatrimoniales.
Aún me suenan sus palabras, cuando descendíamos la escalera. Sus dedos se alargaban y es entonces cuando sus manos parecían dibujar dos alas.
-Una palabra y una limosna, por favor- decía sin levantar la mirada.
Y los lugareños, acostumbrados a su letanía dejaban caer una moneda mientras, quizá también por costumbre todos repetían las mismas palabras por mera cortesía
-Buenos días-
-Adiós--
El siempre entregaba a modo de agradecimiento un papel doblado y viejo que sacaba de su sombrero con una palabra escrita en su interior.” Suerte” .
Cuentan los más viejos del pueblo, que una mañana de un domingo lejano, una niña muy hermosa vestida toda de blanco se le acercó y, a la vez que entregaba su limosna, pronunció casi sollozando.
-Quiero suerte para tanto dolor-
El levantó los ojos, la miró por un instante, puso la jaula con el pájaro sobre sus rodillas, y aquella vez no recibió la limosna ni entregó el papel doblado con la palabra escrita.
-Ven siéntate, eres tú a quien yo espero para contar la historia del pájaro negro- dijo. La niña recogiendo un poco su blanca falda, se sentó y le escuchó con atención.
-Ella es la hembra del dolor- dijo -señalando la jaula. Hace mucho tiempo y en otro lugar sedujo a un pájaro de su misma especie. Aquella relación surgió entre las sombras y sólo volaban de noche para no ser descubiertos. Sus plumas eran de un bellísimo color blanco, como tu vestido, pero en el reino de los pájaros a aquellos que no desplieguen sus alas durante el día eran castigados y poco a poco su plumaje se fue oscureciendo, al igual que su alma.
-Tampoco tiene corazón- dijo el anciano. Por su cuerpo solo circula un líquido rojizo que al desplegar sus alas vierte por sus poros y aquél que fuera rociado con el quedaría sumido en el más profundo dolor. Su elegante vuelo de otrora solo dibuja hoy un horizonte vertical que la empuja hacia el vacío. Nunca jamás podrá ver la belleza de la vida desde el cielo. Es por ello que alguien, hace muchos años me entregó esta jaula pidiéndome que nunca la dejara en libertad.
Aquél pájaro que la acompañaba seducido por su estrategia, al darse cuenta que toda la vida tendría que volar de noche se marchó de aquel lugar en busca de un pájaro de blanco plumaje y vuelo horizontal. Me contaron que desde un mirador en la cima de una montaña está esperando a alguien que sufra de dolor de amor para volver a sentir la serenidad de los buenos sentimientos.
El anciano levantó otra vez su mirada y exclamó-¡Al fin he encontrado a quien debía contar esta historia!-
- ¡Vuela niña, no pierdas el tiempo! , ¿Acaso no sientes su canto?-
La niña se incorporó, acomodó su blanca falda y comenzó a volar .
El viejo del pájaro negro echó la manta sobre sus hombros y esbozó una sonrisa de satisfacción. Había cumplido con su deber.
A partir de aquel día comenzó a oírse a un pájaro de un bello y blanco plumaje, que sobrevolando el cielo canta feliz. Siempre va acompañada de un pájaro negro. El vuelo es relajado y horizontal.



Barcelona,2008 -imagen:george braque/música :astor piazzola, eugenia león"los pájaros perdidos"