la
luz de la luna
atraviesa
la cortina
tatúa
la sombra
de
mi cuerpo
sobre
la pared
en
esta habitación
de
instantes azules
y
siento tus manos
recorriendo
la topografía
de
mi piel
y
soy lluvia y diluvio
y
tú tormenta
y
yo
otra vez esclava
de
tu tiempo
en
este espacio
donde
los fantasmas
siembran
amapolas
entre
las arrugas de las horas
y
el silencio secuestra
el
sonido de un sueño.