"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

martes, 19 de enero de 2016


s


si no te tengo 
imagíname 
en otoño
arropada de abril
llorando 
el dolor de las gotas
que se fragmentan
en el cristal azul
de mi ventana

si no me tienes 
en otoño
imagina 
el color de mi dolor
cuando llueva


*imaginémonos*

*beatriz*-2016




jueves, 14 de enero de 2016

mil noches
despierta
mil lunas
desnuda

            / huyo del espejo


ninguna estrella

nombra al cielo

nadie ve

nada es  visible

nadie nace

nada nace

nada alumbra

nada encandila

nada huele

nada perfuma

dos mariposas

se aman en las sombras

un ciego lee

el vacío

frágiles caricaturas

del silencio

vuela

 mi desnudez al viento

traza

cicatrices  en el aire

surcos entre  mi vida

y mi otra vida

huellas entre mi paso

y mi  pasado

                 /huyo del espejo.


* beatriz*- 2016



sábado, 2 de enero de 2016

* el límite recorta el silencio, no lo calla*
Hugo Mujica
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"construyendo"


Hoy mi memoria me llevó a un lugar del que yo no había vuelto a recordar, ni tan siquiera soñar, desde que era niña hasta ahora.

Al despertar, cosas de la escritura, tenía la fonía de la palabra "construyendo"que me merodeaba, me asaltaba( como esas canciones que de repente cantamos constantemente a lo largo de un día y nos es casi imposible deshacernos de su letra) .
Pues a partir de esa palabra que se había " metido en mí", dentro de mí, tuve, no sé porqué extraña asociación, las imágenes de unos cimientos que cavaba mi padre para levantar las paredes de una habitación para ampliar nuestra casa. Ví sus manos y entre ellas la pala que iba sacando tierra, los ladrillos que fueron elevando esas paredes, la plomada, el cemento, su mameluco azul, el pañuelo a cuadros anudado a su cuello con el que se secaba el sudor . Vi su cansancio. Su perseverancia. Su esperanza. Vi nuestras carencias.
Cada mañana yo me medía en esas paredes . Y marcaba con una tiza mi altura. Ellas crecían más rápido que yo. Pronto me sobrepasaron.
Y dejé de ver lo que era para mi un horizonte rojizo, en donde yo presentía que estaban los sueños hasta entonces alcanzable, en donde mi tiempo sólo se medía en amaneceres e imágenes
Una mañana, al despertar y desde una ventana, vi, en el patio, a muchas personas, todas con ropa de faena. Aquello no iba a ser una fiesta, pensé. Tampoco era tiempo de cumpleaños ni de celebraciones navideñas ( las única celebraciones que para nuestra economía nos eran permitidas)
En un rincón alcancé a ver una "cosa" de lata grande y gorda. De ella hablaban. Lo suponía. Un señor, grande y gordo como aquella"cosa" presintió mi curiosidad y me dijo- es una hormigonera niña-
¿ una hormigonera?- me pregunté
Retuve la palabra y corrí a buscar el viejo diccionario español- francés que había heredado de mi abuela. Ella era francesa.
Supe entonces que dentro de esa hormigonera harían una mezcla de cemento cal, arena y agua, una mezcla con la cual techarían la habitación. Culminarían la obra. Todo se oscurecería.


Entristecï.

Se cerraría para siempre ese espacio en donde cada mañana se dibujaba para mí un cielo cuadrado, pequeño y azul. Tan azul como mis días en ese entonces.
Y tuve la sensación por primera vez de la finitud.
Porque yo a papá y a mamá siempre le decía- ¡los quiero hasta el infinito!- Y el infinito ya no existía. Y supe de la fugacidad. De los límites. Del final.


Era muy pequeña y nunca tuve una percepción de que ese hecho quedaría en mi memoria.

¡Hasta hoy!

En que inexplicablemente todo renació a partir de una palabra....

La memoria guarda secretos selectivos, aquellos que ni tan siquiera nos hemos confesados a nosotros mismos ...

* beatriz* - diciembre 2015