"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

jueves, 18 de marzo de 2010

EL PESO DEL ALMA



Al igual que lo hacen las plumas ella también fue dejando que el aire se adueñara de su liviandad. Medía la ingravidez del amanecer y antes de asomarse al mundo menguaba el espesor de su despertar, deshojándose aún en primavera.
Su mirada, ojal de la desesperación, negaba a sus sentidos hasta el placer de observar las deliciosas naranjas en la naturaleza muerta del cuadro colgado en el salón. Sólo creía en la verdad que sus finas manos palpaban angustiadas; en la equívoca percepción de su geometría .
Levitaba entre las diagonales de una vida en donde se cruzaban la impiedad de sus fantasmas y la miopía de lo irracional.
A solas y engañando a su propia soledad se miraba en el espejo. Desde ese espejo de cristales astillados un maniquí descarnado le hacía guiños de complicidad y su cuerpo huía de las imágenes que le devolvían las esquirlas de la luna rota... despojándose hasta del peso de su alma.

8 comentarios:

Francisco Ortiz dijo...

Un texto rico y triste, que le deja a uno un poco tocado, y eso es un acierto de quien lo escribe tan bien.

Dante Bertini dijo...

Coincido con el comentario anterior, y añado:
el alma no pesa. Somos nosotros los que la cargamos de trastos inservibles.
Un abrazo

Diana H. dijo...

¡Cuánta poesía en tus imágenes, Beatriz! Lo vuelvo a leer y las palabras toman nuevos significados, nuevos caminos que hablan de esta mujer cuya alma incluso le pesaba... ("la insoportable levedad el ser"??)
Felicitaciones!
Un abrazo fuerte.

Carlos dijo...

Se rumorea que el alma pesa 21 gramos..... no se yo si tiene peso físico pero tiene importancia y eso no se puede conmesurar

Beatriz dijo...

Francisco
Gracias maestro por sus palabras que para mi son enseñanzas.
El acierto es haberlo encontrado.
Saludos.

Beatriz dijo...

Dante
seguro que tienes razón. Tal vez deberíamos aprender a controlar su peso. Eso siempre que podamos, a veces no depende de nosotros.
Un abrazo.

Beatriz dijo...

Luzdeana,
Casi no me arriesgo a comentar casi nada de este texto por que va en él un subliminal mensaje a una persona que vive con el dolor de ese peso. Una persona a quien le pesa también el tiempo.
Tal vez algún día pueda ser más
concreta contigo.
Un beso para ti y tu familia.

Beatriz dijo...

Carlos ,
He escuchado ese rumor sobre el peso del alma. Dicen que 21 gramos cuando se desprende del cuerpo.
Pero ¿acaso se ha medido el dolor del alma cuando aún está en el cuerpo?
Ese dolor pesa tanto que nos destruye.
Un abrazo.