"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

jueves, 22 de abril de 2010

CREACIÓN


“Aunque queméis el papel, no podréis quemar lo que encierra, porque lo llevo en mi pecho”
Alí ibn Hazm-(994-1063)

Tengo ante mí la hoja en blanco. Esa hoja que inhibe, que anuda el alma desesperada de contar, de encontrar palabras, frases, con las que se van enlazando las historias. La hoja en blanco y yo vacía, con soledad de sensaciones. Con la piel adormecida y los ojos ciegos de imágenes.
¿Acaso han enmudecido las palabras? ¿Esta carencia es carencia de vida? Y si la vida está llena de acciones. Entonces ¿por qué esta mudez si mi corazón sigue palpitando, y sueño, y sonrío, y acaricio? ¡Y amo! . ¿Es esta página sin verbos, quizás, ocaso de mi inspiración?
¡Tan evocadora ella de sueños, de placeres, de encuentros y desencuentros, de miradas en fuga y de fugaces miradas! ¡Tan repleta de mí! Escondida yo entre las líneas de algún relato, empequeñecida para no ser descubierta. Y sin embargo, a veces, con evidencias de señales propias cuando alguna intimidad ahogada salta a borbotones por los ojos de las vocales.
Tengo ante mí la hoja en blanco. Temida e intrépida hoja que adormece mis historias. Que me mezquina desahogos de amantes, el vuelo de los duendes, anocheceres tibios y lunas curiosas. Que se queda con los pasos de mis días. Que se adueña de las letras y las oprime, las detiene antes de parirlas, negándome el nacimiento de la frase.
Pero mis manos, vacías de trazos y solidarias con la angustia de mi hoja silenciada, la transforman en un barquito de papel. Y ya, desprendida de mi, veo como navega en la fuente del Patio de los Naranjos, bondadoso en perfumes de azahares. Aquí, en este pedacito de tierra andaluza sembrado de pétalos y pleno de leyendas, tal vez encalle esta hoja sin timón y halle un recuerdo perdido entre las piedras aún vivas de la Mezquita. O escondidos en el Salón de las columnas encuentre los secretos que inspiraron a Alí Ibn Hazm de Córdoba y me traiga en su proa historias que viven o mueren de amor; estampas de besos de fuego; murmullos de alcobas ardientes. Vidas misteriosas de espias, celestinas y traidores en anocheceres gitanos.
O quizás, en algun vuelo fugaz, el aura misma del poeta me susurre, bondadoso, como empezó a sembrar de palabras su hoja en blanco e hilvanó mágicamente “ El collar de la paloma”.

7 comentarios:

Raquel Barbieri dijo...

Beatriz,

¡Qué hermoso poema en prosa!

La hoja en blanco es una puerta hacia lo nuevo, porque puede convertirse en ese barquito de papel, y el barquito se mueve, avanza y cuando es necesario, se amarra, echa ancla, pero tiene siempre la capacidad de seguir moviéndose.
Cuando no hay palabras, están por venir (de hecho, a vos no te faltan verbos ni nada... jajajaja)

Muchos besos :)

Beatriz dijo...

Tal vez sea el silencio ese sonido que está en el vientre de la vida, allí desde donde nace el grito que la anuncia.
Y sea sólo cuestión de no ser impaciente para que nazca la palabra.
Un abrazo Raquel-

Dante Bertini dijo...

Tranquilidad y muchos pasos hacia ningún lugar.
Si ha de llegar llegará.
Un abrazo

Beatriz dijo...

Si Dante, ha de llegar.
Los estados de ánimo influyen ¿verdad?.
Pero las palabras de los amigos alientan. Gracias-

Diana H. dijo...

Querida Beatriz, a vos no te falta nada. Me has pintado un precioso paisaje de ese lugar de tu tierra, lleno de sombras furtivas y secretos milenarios.
Lo que necesita la palabra es tiempo, y últimamente yo anda bastante necesitada de encontrarlo...
Seguí disfrutando de esos lugares tan evocadores.
Te dejo mi abrazo fuerte.

Beatriz dijo...

Pedir tiempo en esta sociedad que nos acorta los días en su beneficio, que nos impide casi el disfrutarlo, es casi un milagro.
Pero, no obstante, sigo empeñada en que las palabras saldrán de ese espacio de silencio desde el que nacen.
Un abrazo que rompa los silencios.

Beatriz dijo...

Querida Luzdeana,
creo que percibirás que el comentario anterior va en contestación al tuyo.
Hablando de tiempo, el error es debido a mis prisas. Dentro de unos minutos me voy de viaje, como ya te conté, a una Feria de Libros en Cuenca. A mi regreso te cuento algo por mail.
Mis cariños para ti y los tuyos-