"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

domingo, 23 de noviembre de 2014

¿ ME ESPERABAN ?


Caminaba, ensimismada.
El día se había teñido de un gris plomizo, Sentía en su rostro ese frescor que precede a la lluvia. No había planificado mi paseo. Me dejaba llevar por los olores de la mañana, por la sonrisa de un niño corriendo tras una pelota, por una ventana entreabierta y el vuelo de unas cortinas azules en la que imaginaba  noche de inquieta desnudez y desde donde me llegaba el olor  de café recién hecho. Olor a vida colmada 

 Mi mirada se detenía al azar grabando en mi retina imágenes que poblaban el paisaje: un gorrión asomado en su nido en las ramas casi  desnudas de un álamo; la tierna y arrugada tristeza, camuflada  tras la sonrisa,  de un anciano viendo pasar la vida sentado en aquel parque donde todo era tan simple y placentero.

El vuelo de las hojas secas, la fuente y, las palomas, un joven inmigrante y su saxofón  con música de ausencias esperando que en su sombrero, aferrado a la suerte, se oyera el repique de una moneda. Una esperanza  con la  que  sobrevivir, el eco de una limosna gratificado  por el sonido de un blues.

Caminaba y me detuve. Sobre un banco los vi. Abandonados. Pensé que me esperaban. Pero sentí escalofríos. Los miré.Temía tocarlos. Estaban solos. Tan solos que dudé si eran parte del paisaje  y que estaban allí para embellecer aún más  aquella mañana.
Extendí  mis brazos venciendo la incertidumbre y mis dedos los rozaron. Me sentía culpable de haberlos hallado. No me pertenecían pero estaban allí huérfanos. Sobre un banco en un día gris que amenazaba lluvia.
Mirá ansiosa a mi alrededor esperando que apareciese su dueño, acaso un poeta , un soñador, un romántico despechado, una niña con angustia de desamor o un amante desalmado e imaginé unas manos en el triste momento del desprendimiento de esas hojas  plenas de versos despojados de voces que los arroparan con la lectura. Poemas entristecidos, sin alma que se estremecieran...sin sonidos. Sin nadie. Exiliado.

Me senté muy cerca de ellos. Seguí mirándolos. Pensé si acaso me esperaban, si presintieron mis ansias de poesía. Si tenían, tal vez, necesidad de otra soledad.

Sus tapas eran rojas, de papel rugoso. Sus hojas amarillentas con versos subrayados, con notas en los márgenes. Disfrutados. Con ayeres. Olían a biblioteca, a leña, a fuego de invierno, a mecedora de pana desgastada, a tabaco y a insomnio.Olían a poeta, a noches en desvelo. A insomnios.

Y los acaricié para identificarnos, para sentirnos, para unirnos. Para resguardarlos de la lluvia que comenzaba a humedecer  el encuentro.
Ahora están  aquí, conmigo, en esta mañana gris. Y son míos 


*beatriz* -23/11/ 2014



( los hallé esta mañana durante un paseo, me esperaban, no podía abandonarlos)

 -"Las mil  mejores poesías de la Lengua Castellana"- 1151-1951
Ocho siglos de poesía española e hispano americana- Decimosexta edición
Ediciones  Ibérica. Seleccionada por  José Bergua

- "Las  mil mejores poesías  de la literatura  universal"

Poetas anteriores al Cristianismo hasta poetas de la segunda mitad del siglo XIX
Tomo 1 y 2.- Primera edición- Ediciones Ibérica.
Selección, ordenación y prólogo: Fernando Gonzales


14 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Que los disfrutes
=)

Sneyder C. dijo...

Siéntelos, vívelos y empapate de ellos...

Un cálido abrazo

Vicente Corrotea dijo...

Mi madre me enseñó a disfrutar de los libros obligándome previamente a lavarme las manos antes de tomarlos. Pequeño rito que los convirtió en algo sagrado.
Abrazos.

Rochies dijo...

no, no podías abandonarlos. Eran tuyos!
Adoré como describiste la rutina hasta hallarlos.

Raúl dijo...

Pura lírica.

Dante Bertini dijo...

Por supuesto que te esperaban...Libros rodantes en busca de un dueño, o de alguien que sólo los lea y vuelva a dejarlos en otro banco, para otra persona que, como tú, los sienta apetecibles.
Nadie, o casi nadie, compra poesía. Por eso es libre.

Diana H. dijo...

Te eligieron.
Un abrazote!

maria candel dijo...

Que rico Beatriz, como describes ese libro, su olor que evoca tantas cosas, la poesía de tus palabras...

Un fuerte abrazo, amiga, desde Caracas

Horacio dijo...

Que los disfrutes, sobre todo de las notas en los márgenes y el olor a biblioteca, a insomnios, a poesía.

Abrazo

Rochies dijo...

Cuando te leí en lo de Mario, pensé que habías escrito. Creo que subís más escritos al facebook que aquí. No abandones tu casita!
Tu comentario allí fue de colección.
Un abrazo, amiga.

Beatriz dijo...

Gracias Rochie, fiel seguidora y amiga.Sigo dando rodeos por vuestras palabras.Imposible abandonarlos.Estas relaciones blogueras van más allá de la red. A mi casa no la abandono,las puertas siguen abiertas, pero en ella creo que debo guardar más narración que poesía. Está decorada para almacenar recuerdos , instantes que me pertenecen, y que quienes me leen me reconocen en sus rincones. Y hoy por hoy y por circunstancias que me permito pensar que tu intuyes desnudar el pasado me cuesta. Mis historias se resisten a ser contadas y ,ellas, creo que son sabias porque mi corazón late muy despacito y las palabras serían como silencios imposible de descifrarlos. Un beso Amiga

Rochies dijo...

Sin buscarlo has hecho una bellísima narración. Siempre son un lujo tus palabras.

Rossina dijo...

Sigo esperando tus prosas con toda la paciencia que mereces.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Beatriz, ante todo gracias por tus palabras a mi poema en el blog de Rossina...Hoy, día del libro, leo tu último post, que me ha emocionado, amiga...Mi felicitación por tu profundidad literaria y humana y tu amor a los libros...Hay muchas cosas que nos unen. Mi abrazo y mi cariño, Beatriz.
M.Jesús