es tarde ya
demasiado tarde 
para imaginarnos
con los ojos cerrados
y despertarnos
con besos de nariz
tarde
para olerte 
y que me huelas
a madrugada
es demasiado tarde 
 para susurrarnos
buenos días al oído.
*beatriz*- septiembre 2015

1 comentario:
Los recuerdos, sin embargo, llegan a tiempo a los sentidos, con los ojos cerrados y la nariz abierta y el oído cosquilleante de susurros. Un abrazo.
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