"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

sábado, 2 de enero de 2016

* el límite recorta el silencio, no lo calla*
Hugo Mujica
-----------------------------
"construyendo"


Hoy mi memoria me llevó a un lugar del que yo no había vuelto a recordar, ni tan siquiera soñar, desde que era niña hasta ahora.

Al despertar, cosas de la escritura, tenía la fonía de la palabra "construyendo"que me merodeaba, me asaltaba( como esas canciones que de repente cantamos constantemente a lo largo de un día y nos es casi imposible deshacernos de su letra) .
Pues a partir de esa palabra que se había " metido en mí", dentro de mí, tuve, no sé porqué extraña asociación, las imágenes de unos cimientos que cavaba mi padre para levantar las paredes de una habitación para ampliar nuestra casa. Ví sus manos y entre ellas la pala que iba sacando tierra, los ladrillos que fueron elevando esas paredes, la plomada, el cemento, su mameluco azul, el pañuelo a cuadros anudado a su cuello con el que se secaba el sudor . Vi su cansancio. Su perseverancia. Su esperanza. Vi nuestras carencias.
Cada mañana yo me medía en esas paredes . Y marcaba con una tiza mi altura. Ellas crecían más rápido que yo. Pronto me sobrepasaron.
Y dejé de ver lo que era para mi un horizonte rojizo, en donde yo presentía que estaban los sueños hasta entonces alcanzable, en donde mi tiempo sólo se medía en amaneceres e imágenes
Una mañana, al despertar y desde una ventana, vi, en el patio, a muchas personas, todas con ropa de faena. Aquello no iba a ser una fiesta, pensé. Tampoco era tiempo de cumpleaños ni de celebraciones navideñas ( las única celebraciones que para nuestra economía nos eran permitidas)
En un rincón alcancé a ver una "cosa" de lata grande y gorda. De ella hablaban. Lo suponía. Un señor, grande y gordo como aquella"cosa" presintió mi curiosidad y me dijo- es una hormigonera niña-
¿ una hormigonera?- me pregunté
Retuve la palabra y corrí a buscar el viejo diccionario español- francés que había heredado de mi abuela. Ella era francesa.
Supe entonces que dentro de esa hormigonera harían una mezcla de cemento cal, arena y agua, una mezcla con la cual techarían la habitación. Culminarían la obra. Todo se oscurecería.


Entristecï.

Se cerraría para siempre ese espacio en donde cada mañana se dibujaba para mí un cielo cuadrado, pequeño y azul. Tan azul como mis días en ese entonces.
Y tuve la sensación por primera vez de la finitud.
Porque yo a papá y a mamá siempre le decía- ¡los quiero hasta el infinito!- Y el infinito ya no existía. Y supe de la fugacidad. De los límites. Del final.


Era muy pequeña y nunca tuve una percepción de que ese hecho quedaría en mi memoria.

¡Hasta hoy!

En que inexplicablemente todo renació a partir de una palabra....

La memoria guarda secretos selectivos, aquellos que ni tan siquiera nos hemos confesados a nosotros mismos ...

* beatriz* - diciembre 2015

2 comentarios:

maria candel dijo...

Así es Bea, a veces una sola palabra nos detona en la memoria y nos lleva a lugares que por mucho tiempo han estado vacíos u olvidados, y allí de nuevo, podemos recomponer nuestra historia...

Un fuerte abrazo desde Caracas y todo lo mejor para el Nuevo Año

Beatriz dijo...

Mil gracias por tus deseo María Candel ...igualmente mucha suerte en la vida para ti y los tuyos . Tengo un muro en Facebook ..., si deseas ( porque a este nueva vía virtual le dedico más tiempo a mis palabras ) me puedes buscar como: Beatriz Moreno-Beatriz Helbling
Un beso fuerte f.