"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

miércoles, 18 de marzo de 2009

UNA FLOR SIN PRIMAVERA

Abrumada, había huido. Otra vez escapaba. Cabizbaja, la mirada perdida, ensimismada y con paso muy lento caminaba bajo aquella fina llovizna primaveral. Se detuvo y bajo un árbol se guareció en un desesperado anhelo de protección. Hacía mucho tiempo que nadie la acariciaba, y allí se quedó. Pero sus ojos seguían mirando hacia aquel lugar desde el que había partido.
Le quería y le creía. ¿Acaso no le repetía una y mil veces que la amaba, y que era suya, y que la necesitaba?. Imposible dudarlo. No lo podía abandonar, no podía imaginarse en soledad y regresó. Abrió la puerta y allí estaba él, esperándola con la seguridad de su regreso.
Dejó su chaqueta en el perchero, se acercó y le acarició con ternura. Se sentía bien a su lado. Él como siempre apretó con fuerza sus nalgas.
Sirvió la cena, sin palabras como tantas veces. Él bebía y brindaba, una y otra vez bebía y brindaba. ¿Por qué ? ¿por quién?. ¡Por nosotros! ¡por que eres mía!, repetía.
No hubo miradas. Tampoco un perdón. Ella nunca lo pedía.
Estaba muy cansada y antes de retirarse a la habitación, se acercó a la ventana para mirar el jardín. La primavera empezaba a reventar los primeros brotes. Le gustaba ver como florecían los rosales.
Lo sintió aproximarse, tambaleante. Buscó apoyó en sus hombros. Después sus largos dedos se curvaron para acariciar su cuello. Ella esbozó una sonrisa. Quizás por que su cuerpo tambien necesitaba una primavera. Pero los finos dedos, lentamente, se fueron uniendo como una tenaza.
Su voz, enmudecida, ya no pudo repetirle como siempre que le quería y que le creía...a pesar de todo.
Las rosas florecieron al amanecer. Su vida se quedó sin estaciones.
Imagen: google

4 comentarios:

Dante Bertini dijo...

una historia de horror cotidiana.
No hay que volver siempre. No hay que creer tanto.

Beatriz dijo...

La dependencia emocional y (aunque cada vez menos) la económica, sumerge a algunas mujeres en ese estado de sinrazón que posibilita que todavía existan hombres que se adueñan de la vida y lo que es peor, decidan la muerte de "su mujer". Con toda razón Dante, "no hay que creer tanto"-
Felíz fin de semana a ambos¡¡¡.

Jim dijo...

Muy bueno Beatriz, ya sabes que soy partidario de los finales que se consideran "malos", más que nada, porque muchas veces, y por desgracia, se acercan más a la realidad.

MMmmmmmm fíjate que me están entrando ganas de matar a alguien(jejeje). . .literariamente hablando, claro!

Ahora un poquito más en serio: Seguramente haya "muchos hombres" (dentro un contexto muy limitado)que retienen a sus esposas utilizando el chantaje emocional y la famosa frase "O eres mía o de ninguno" . . . que bastardos!

Besos

Beatriz dijo...

Es muy dificil en este época hacer de un relato un cuento de hadas con final felíz en donde todos son buenos, nobles ,honestos y honrados y más cuando se tratan temas tan horrorosos com el de los malos tratos...pero que quieres que te diga ,soy una romántica y me cuesta que los personajes se me mueran.
¡Me voy a Sitges ver que historia descubro pera el próximo post.A lo mejor me encuentro a Drácula debajo de una palmera y me convierto en su víctima.(Al menos espero que haya cambiado su estética ¡¡¡A disfrutar del mar!!!. Ya ves que puedo ser mala quiero provocarte e inyectarte una dosis de envidia.
Hasta el lunes Jim. Cuidado con tu "maldad" de fin de semana. Bromas aparte que te lo pases muy bien!!!
Besos y saludos a tu guapa hermana.