"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

miércoles, 30 de enero de 2013

HABLAR ESCRIBIENDO- (EL RELATO DEL JUEVES)









¿Palabras ?
 Si, de aire
 y en el aire perdidas,
déjame que me pierda entre palabras.
Déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos 
que el aire desvanece.
También la luz en sí misma se pierde.
OCTAVIO PAZ

                                      MONÓLOGO INTERIOR-

juraría que es él  creo no equivocarme  aunque han pasado tantos años que hay rasgos que me desorientan  pero lo admito  el tiempo es implacable no tenía barba  su cabello  tampoco  era blanco no obstante me sentaré a su lado tal vez me reconozca pero que tonta soy si yo tampoco tengo aquella cabellera negra y con este color de tinte cómo se me ocurre pensar que  él llegaría a reconocerme  pero insisto y  de cualquier manera ocuparé el asiento vacío que está a su lado pasan ya cinco minutos y yo casi pegada a su cuerpo y él que me mira o a mí me lo parece pero ningún gesto me hace pensar que me recuerda y si le pregunto si este autobús me deja cerca del museo Picasso acaso en su contestación yo reconozca su voz o él la mía pero sería en vano su voz ya era distinta cuando en aquella llamada imprevista de hace unos años me contaba que se había casado y que era muy feliz ahora lo siento toser pero no tengo ningún recuerdo de cómo era su tos pero vaya ocurrencia la mía si nunca me interesó como tosía eramos muy jóvenes y por entonces eran sus ojos y  sus labios y sus manos en mi cuerpo y las mías rozando su piel lo que nos hacía creer que aquello sería para toda la vida vaya ahora  percibo su mirada juraría que algo de mí le resulta familiar pero sigue callado creo que él también piensa que se ha equivocado  que angustia  mi parada está muy próxima sería insólito habernos encontrado y que estas incertidumbres nos privaran aunque mas no fuera de un hola que alegría encontrarte alguna vez tenía que suceder nos lo habíamos dicho tantas veces sí habíamos dicho que nunca nos olvidaríamos y que si alguna vez volvíamos a encontrarnos y pasare el tiempo que hubiese pasado nos abrazaríamos como lo hacíamos entonces y a lo mejor hasta nos regalábamos un momento inolvidable y bueno entonces por qué me lo pienso tanto y de una vez me atrevo y me presento hola me llamo ana tu cara me resulta familiar que no que tampoco que eso a él no le gustaba odiaba las impertinencias aunque si efectivamente es él acaso se moleste porque no lo he reconocido y ahora en lugar de atreverse a decirme algo va y saca un libro de su portafolios esto me viene de maravillas  ahora ya no tendré duda reconocería entre cientos cuales eran sus lecturas preferidas y le vuelvo a mirar con curiosidad que caray quiero saber que lee  pero él también vuelve a mirarme esta vez de reojo juraría que está esperando asegurarse de que no es un espejismo que me ha encontrado que soy yo la que tanto le quiso y que a ha llegado el momento y me tomará otra vez de la mano y me dirá eres tú  te he reconocido  y al abrazarme sabré que siempre hubo  esperado este momento  pero nada de eso sucede quizás porque sigue siendo tan tímido como entonces y me vuelve a desorientar tampoco es un libro lo que va a leer sólo  son unos folios impresos aunque ahora que lo pienso a él le gustaba muchísimo escribir no lo hacía mal acaso se haya decidido al fin y sean éstos los borradores de la novela que siempre quería publicar lee con entusiasmo me mira ahora con insistencia seguro que no se anima a decirme hola soy juan claro que también era un indeciso  y estará pensando y si me confundo aunque noto que tiene ganas como de abrazarme vamos a mí me lo parece me faltan dos paradas y nuestro destino depende de una pregunta él se pone de pie se dirige a la puerta para descender lo hará antes que yo ahora no hay dudas él siempre quería ser el primero en todo el viaje se termina gira la cabeza me mira pero que tonto ha sido no se ha animado a preguntarme eres ana  y yo me quedo  enmudecida y  desde la ventanilla le veo alejarse ahora  se detiene y enciende un cigarrillo como lo hacía hace veinte años cada vez que nos despedíamos...  aún se acuerda que a mí no me gustaba que fumara-
              
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Y muchos más y muy buenos en la casita naranja de Rossina

http://delaberintosydeespejos.blogspot.com.es/2013/01/los-jueves-relato.html
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32 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...

...suspensivos al final sin aliento este soliloquio mudo del reencuentro frustrado y llega la parada y baja y fuma y sigue...
A lo Saramago este íntimo momento, tantas cosas pasan por la mente con él al lado ¿por qué, era él no?
Estupendo Beatriz, muy buen ejercicio literario, felicitaciones y besito.

Maruja dijo...

¡¡¡ Buenísimo!!! como siempre Beatriz. un beso grande.

Fina Tizón dijo...

Hay dos cosas que me han parecido excelentes en este relato, amiga Beatriz. La primera, que has elevado este monólogo interior contigo misma a la máxima cima de la naturalidad, tal es así, que obvias puntos, comas, comillas, etc.., (detalle muy importante que tiene que quedar subrrallado),consiguiendo reflejar la forma de funcionar de tu mente, de tu pensamiento y sin perder calidad literaria en todo el texto. La segunda cosa que valoro es la gran ORIGINALIDAD del "monólogo de adentros" si me permites que así lo llame, con lo cual tengo que felicitarte, amiga mía.

Un abrazo

Fina

emejota dijo...

Me ha prendido la historia. En realidad resulta tan realista, si bien creo que para "vengarme" jajj, mi prota le habría sacudido las meninges. Bsss.

maria candel dijo...

Que bueno, Bea, ese dialogo con ella misma,el monólogo interior con el que recorre el pasado, mientras los recuerdos acuden a su mente, igual que cuando eran jóvenes el miedo y las inhibiciones desvían encuentros y se pierden oportunidades...

Besos desde Caracas

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Muy buen diálogo, eso nos pasa a más de una, pensar y pensar y salir palabras de nuestra mente como un torrente, porque eso es lo que parecía un torrente con mucho que decir.
Un abrazo

GUSTAVO dijo...

LEER ESTE TIPO DE TEXTO, HAS DE RECONOCERLO, ES DIFÍCIL. PERO SÓLO POR LA FALTA D EPUNTUACIÓN. ALGUNA VEZ ESCRIBÍ ASÍ...SE HACE FÁCIL PARA EL ESCRIBANO. Y SIN EMBARGO, CREO YO, NO PODÍAS HABER OPTADO POR OTRA FORMA DE ESCRITURA, DE NARRACIÓN PARA DAR VERDADERA FORMA A LOS PENSAMIENTOS INTERIORES...MÁS ALLÁ DEL FONDO, ME QUEDO CON ESTA OPCIÓN FORMAL. Y ES QUE ESO, ME REPETIRÉ, ES LA MEJOR PARA DAR SENTIDO AL SENTIDO DE LOS PENSAMIENTOS...
MEDIO BESO.

Mario Gómez dijo...

La redundancia de los pensamientos, la duda constante, el desciframiento improbable de los gestos ajenos, el paso del tiempo, la conclusion prematura de una lógica aplastante, todo encapsulado en un minuto de pensamiento efímero, fascinante, como siempre, Beatriz.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Beatriz, con la mayor sinceridad te digo que me has hecho emocionar. Un par de lágrimas me han humedecido los ojos y al leer este texto tuyo, armado en la espontaneidad con la que surgen los pensamientos, sin la necesidad de mayúsculas ni puntuaciones, he logrado percibir con gran intensidad la emoción de la narradora y los conflictos interiores que nacen al confrontar la situación presente con los recuerdos que afloran con intensidad.
Me ha encantado leerte.
Un abrazo juevero.

Humberto Dib dijo...

Beatriz:
Llegué hasta aquí siguiendo los monólogos de varios blogs amigos. Es la primera vez que entro y me gustó lo que haces.
En mi opinión, no termina de ser (formalmente) un monólogo interior, pues esta técnica pura respeta la forma en la que pensamos: predicación, tartamudeos, palabras cortadas, desestructuración de la sintaxis, etc. Muy difícilmente puede entenderse un texto puro de monólogo interior, Samuel Beckett tiene ejemplos increíbles.
Te dejo un abrazo.
HD

Unknown dijo...

Hola Beatriz,
Tu relato es realmente emocionante. Una historia impresionante... Me ha hecho venir a la cabeza El secreto de sus ojos ... He imaginado que todo lo que cuentas cuadraría perfectamente como principio y final de una pleícula que incluirñia las vidas conjuntas y las vidas paralellas vividas por juan y ana, por ana y juan...

Creo que la ausencia de puntuación le da más vida si cabe. Pero lo importante es la historia que cuentas...
Extraordinaria desde todos los puntos de vista.
Toda mi admiración

Un muac. No, mejor un montón de ellos.-







Cristina Piñar dijo...

Un relato que engancha, un monólogo interior (o yo más bien diría que se trata también de un fluir de conciencia) muy bien estructurado a pesar de la falta de puntuación (que por otra parte así lo requiere el texto). Consigues acercarnos a la protagonista e interesarnos por sus pensamientos. Me ha gustado mucho, la verdad, y me alegro de visitar tu blog, que creo que aún no lo conocía. Nos seguimos leyendo. Besos.

Antonio Tello dijo...

Breve e intenso relato, donde la anécdota alimenta la emoción y la forma narrativa la intensidad de un breve momento en la vida de su narradora.
El monólogo interior, el soliloquio o el fluir de la conciencia o, como en este caso, del pensamiento pueden optar o no por el uso de los signos de puntuación. La prescindencia de éstos requiere cierto dominio técnico que no depende tanto del oficio como del oído musical del escritor. Este oído, aquí muy fino, se pone de manifiesto en la prosodia que hace que el lector oiga esa "voz en silencio" como un susurro en su propio interior y lo emocione.
Desde un punto de vista retórico, tiene razón Humberto Dib en lo que dice, pero también es cierto que las reglas de la escritura no son tan rígidas, con las de la creación artística en general. Cada relato pide sus propios recursos expresivos en consonancia con el principio de libertad que alcanza tanto a la creación como a la lectura. Las presuntas dificultades de un texto bien escrito no están en él sino en las limitaciones del lector que, como diría Erich From, tiene miedo a la libertad.

Fabián Madrid dijo...

Buen monólogo interior. Un beso.

Sindel Avefénix dijo...

Excelente!!! Un monólogo que va acrecentando la intensidad a cada palabra. Pensamientos internos, preguntas que van tomando respuestas de las acciones del otro, la intríga y el escenario son perfectos. El final es emotivo y no te niego que me hubiese gustado que sus manos se tocaran tal como lo piensa ella en una parte del texto.
Un abrazo enorme y fue un gusto leerte!!!

San dijo...

Beatriz me ha gustado mucho este texto tuyo, en mi opinión gana mucho esa falta de puntuación, al leerlo uno va haciendo las pausas y dandole forma.
Va creciendo a medida que la lectura avanza. Sinceramente me gustó.
Un abrazo.

Encarni dijo...

Tu relato se debería llamar pensar escribiendo, porque son los pensamientos de una mujer plasmados como un monólogo, y los pensamientos no tienen puntuación lo que hace más real el texto.

Un abrazo.

Rossina dijo...

YO A UD LE DEDICO MI DIA DE MAÑANA, POR MAIL Y POR ESTE ESCRITO. ¿VALE?

Juji Mogar dijo...

¿Cómo se me ha pasado tu blog durante tanto tiempo? Estoy alucinada.
Me he parado en él, y me has conquistado. Magníficos escritos. Sinceramente.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Cuando algo que es necesario deja de existir, tenemos que suplir de alguna manera esa necesidad. Tú no has puesto puntuaciones lo que obliga a que cada uno le dé la entonación precisa, las pausas necesarias, las interjecciones y admiraciones pertinentes, eso sí, bajo la óptica de cada uno. Ausencia que enriquece el relato, ya de por sí rico. Un magnífico monólogo interior sobre un reencuentro frustrado que me recuerda la rima de Beccquer. Yo diré aún: ¿Por qué callé aquel día?
y ella díra -¿Por qué no lloré yo?.
Un abrazo.

Javier F. Noya dijo...

Ah! me ha gustado mucho, me encanta jugar con las reglas ortográficas y gramáticas, como has podido notar. Y en este caso, más que justificado. Una belleza, todo un texto, toda una unidad, toda una historia. Bellísimo. Besos.

Karu dijo...

Muy bueno! Hablar escribiendo...
te dejo un beso grande Beatriz, un abrazo

Manuel dijo...

Buen relato monologo interior que se empieza leyendo normal y se termina a toda velocidad con la sensación de las prisas de no perder el tiempo antes de que pasen esas dos paradas.
Un beso

Gaby* dijo...

Las palabras en la mente en un fluir constante, sin tomar aire si quiera, porque la duda, porque el recuerdo, porque la ansiedad, porque el deseo, porque las expectativas, porque... cuántas cosas pueden pasar de un tirón sin pretenderlo...En lo personal, me ha parecido genial. Natural, espontáneo y un gancho hasta el final, lástima que todo quedó allí, resumido en pensamientos y falto de ese acto del encuentro. Pero es la vida.
Un beso, y un gusto leerte!
Gaby*

Maria Liberona dijo...

guuuaaauuu !!!!
que genial historia aunque debo confesar que al mirarla dije uuuff!!! que larga historia, pero al leerla me entusiasmo poco apoco hasta terminarla, me ha encantado y vaya que muchas veces sucede

Maria Liberona dijo...

guuuaaauuu !!!!
que genial historia aunque debo confesar que al mirarla dije uuuff!!! que larga historia, pero al leerla me entusiasmo poco apoco hasta terminarla, me ha encantado y vaya que muchas veces sucede

Alfredo Cot dijo...

Sin habla...
Aturdido. Intrigado. Imaginando. Recordando. Disfrutando.
Besos

miralunas dijo...

adhiero al apostata y agrego que me ha dejado sin aliento verlos tan claramente como los has mostrado.
impecable.

abrazo!

Juan Carlos Celorio dijo...

Me gusta mucho el tono del relato, has sido original, el pensamiento describiendo unas acciones que son inacción.
Besos.

casss dijo...

Un relato exquisito, espléndido, demoledor.Me recordó a la escena de Dr. Zhivago, cuando la ve desde el omnibus....

Un monólogo tan bien escrito, que eriza.

un fuerte abrazo

Rossina dijo...

ha sido maravilloso inmiscuirnos en tu monólogo interior al meor estilo Señora Bloom.
Y noto un paralelismo con la no acción de Mario bajo la misma consigna.

Juan Herrezuelo dijo...

Hipnótica esa precisión con la que reproduces un monólogo interior (este sí que es realmente un monólogo interior). Pero, ay, lo de la novela que quería publicar y hola soy juan... me ha dolido: ¿nos conocemos, beatriz?
Un Beso con mayúscula.