abrigo
tu ausencia 
con
mi insomnio 
en
esta habitación 
de
paredes azules
...y
existes
en
el silencio del teclado
del
piano que  te aguarda,
entre
las hojas
del
libro de Clarice
donde
aún sueña tu asombro,
...
y te presiento
sobre
el desierto de las sábanas
donde
la sombra de tu cuerpo
sigue
enlazada a a la mía
untándome
la piel, 
...y
te imagino
suspendido
de mí
como
un  racimo de uvas
en
esta habitación 
de
fuegos y  de escarchas
...y
escribo
a
la luz del candil
y
nacen los versos
que
nunca te hube dicho
nacen
antes
que todo se pierda 
en
los pasillos del olvido
antes
que me traspase el dolor
y desde el andén,
donde te espero,
vea pasar el último tren
y
no regreses.
*beatriz*