"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

lunes, 3 de mayo de 2010

FUNCIÓN DE CIRCO

"La libertad de la fantasía no es ninguna huída a la irrealidad; es creación y osadía"
-Eugene Ionèsco-

Os invito a una funcion de circo. Especial. A un audaz desafío a la realidad.
Una invitación para que el alma se sumerja en una terapia contra el tedio en un pequeño mundo ambulante colmado de asombros.
Alguien vestido de rojo, de voluminosa figura con forma de trompo, con naríz prominente y sombrero de fieltro multicolor, nos espera a las puertas de los sueños posibles para deslumbrarnos con la fascinación. Para que nuestras mentes entren en el círculo mágico y lleguen a la epifanía de la creación
¡Atrevámonos a fugarnos por unos instantes de la asfixiante rutina; a cabalgar hacia el infinito en caballos de dorados corceles hasta sentirnos jinetes de otras galaxias; a deslumbrarnos con las titilantes estrellas que desde el cielo llegan y traspasan el vértice de esta carpa fugaz e itinerante; a viajar desde la ingravidez del trapecio a la consecusión de lo imposible!
Artífices de la emoción conseguirán aislarnos de la desazón. Funambulistas que acariciarán utopías en vuelo; magos sacando de sus chisteras palomas de la paz que reparten a destajo, sin destinatarios elegidos; payasos y arlequines de sonrisas blancas que pondrán murallas al hastío; enanos de abrazos largos y equilibristas de desafíos superados. Todos entregados a la tarea de crear ilusiones.
Y cuando la función haya terminado, cuando nuestra imaginación se arrope bajo ese manto oscuro que anuncia la llegada de la noche, el ensueño pleno se entregará al descanso.
Y como cuando eramos niños, acaso mañana despertemos convencidos de que lo mágico existe y que cuesta muy poco acudir con frecuencia a los recursos de la fantasía.
Mientras tanto alejémonos en la medida de lo posible, y si nos lo permiten, de ese otro circo que rodea nuestras vidas y nos devora la esperanza. Ese circo que nos hurta la sonrisa y en donde “fieras hambrientas” abren sus garras tratando de atraparnos ...de adueñarse hasta de nuestros pensamientos.

10 comentarios:

Dante Bertini dijo...

el equilibrista con vértigo te saluda, ¡ave beatrix!

ave fenix dijo...

Yo, la última vez que fui al circo, pensé en toda esa gente que cada semana tiene un domicilio diferente en otra ciudad, sin tiempo de echar raices en algún sitio.
O en esos niños que antes de leer aprenden a hacer marabares o ir en bici haciendo el pino.
¿Que diferente forma de vida no?

Antonio Tello dijo...

Angel Cristo, el domador, ni con este nombre que le pusieron o se puso, pudo evitar el circo alienado de la realidad y aspiró esa fantasía falsa cuyas fieras acabaron dándole el zarpazo mortal, cuando el peso de su soledad y de sus miserias lo habían vencido en la carpa del circo mediático.
Muy poético post, Beatriz.

Beatriz dijo...

Querido Dante:
Se agradecen tus saludos.
Cuidate los vértigos, que la vida muchas veces nos pone en la cuerda floja y debemos intentar hacer verdaderos equilibrios.
Un beso

Beatriz dijo...

Ave Fenix
Tal vez todos los inconvenientes que tú ves en la vida diaria del circo (y que yo ne descarto) no lleguen a compararse con el día a día de otros muchos oficios que no son elegidos, sino que la fuerza de la necesidad hace que no se tengan opciones.
El artista tiene al menos la recompensa de la satisfacción por aquello que es su vocación y tan sólo por ello ya le vale la pena sacrificarse.
Gracias por tu comentario , me gustan los diferentes puntos de vista. Todos son válidos y respetables
Un saludo-

Beatriz dijo...

Antonio,
Cuando escribí este texto no había sucedido lo de Angel Cristo,un hombre de circo apasionado de su trabajo. Sucedió al día siguiente y la noticia me sobrecogió porque en realidad el mensaje de este post estaba exactamente encuadrado en esa dicotomía.
La fantasía del circo que nos permite soñar y el angustiante circo mediático en el que muchos acaban actuando sin sopesar la decadencia miserable a la que los arrastran. Me quedo con la magia de la carpa del circo y de sus artistas. Ojalá este señor no se hubiera dejado atrapar por esos otros leones que están fuera de las jaulas.
Gracias por tu visita-Un beso

Raquel Barbieri dijo...

Querida Beatriz,

Estoy de acuerdo con vos en cuanto a que el artista por lo menos está eligiendo el objeto de su sacrificio y responde a una vocación; entonces, aunque el camino del artista promedio sea una montaña rusa, es una montaña rusa elegida.

Creo que todos tenemos potencialmente la capacidad de subirnos al carromato de ese circo que propone tu rico texto y así jugar, reír, soñar y después sí, volver renovados a la rutina.
Hay que atreverse a crear alguna ilusión de vez en cuando, porque eso no mata la cordura ni la capacidad de ser realistas.

Muy bello,

Gracias y besos :)

Beatriz dijo...

Querida Raquel
Ser un poco niños y subirnos al carromato del circo "imaginando" creo que no desmerece la responsabilidad de enfrentarse a la vida. Simplemente nos deja de vez en cuando la sensación de rozar la fantasía.¡Tan buena para desintoxicar nuestro mundo interior.
un gran abrazo amiga.-

Diana H. dijo...

Beatriz!
No dudes de que te sigo en esta invitación... sabés que ya estoy en camino. Si no podemos vivir de nuestros delirios, al menos abracemos con fuerza un pedacito de locura que nos mantenga a flote...
En estos días estoy encantada de escuchar el último cd de Ismael Serrano (lo amo), en su primera canción, que habla del desempleo y su tragedia, dice:

"Podría ser jardinero en Marte,
médico de flores, poeta ambulante
deshollinador volando en tejados,
probador de espejos, o pirata honrado.

Quisiera ser hombre al fin al cabo.
Podría ser quizá delineante
de columpios rojos, un gran nigromante,
un cantor de nanas, quizás buhonero,
y vender palomas, pócimas y ungüentos."
Lo escuchás? Tu texto me lo trajo a la cabeza.
Besos, compañera de trapecios.

Beatriz dijo...

Querida Luzdeana,
tus palabras siempre son profundas. No hay duda de que nos conocemos demasiado aún sin encontrarnos.
¡Trastabillemos, experimentemos vértigos de desequilibrios
en nubes que desdibujen nuestra cordura!. ¡Seamos capaces de desafiar hasta al gigante del circo a que somos capaces de soñar! Eso no es irresponsabilidad. Es acaso lo que tú bien dices...necesidad de columpiarnos en un trocito de locura.¿Verdad que tú y yo nos lo merecemos?
Un beso gran amiga-