"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

domingo, 14 de noviembre de 2010

EN OTRO LUGAR, EN OTRO TIEMPO.

Casi sin darme cuenta envejecimos juntos;
los abriles
el gemido que acunaba la distancia
el pertinaz mordizco de lo ausente
y el camino que retuvo, invertida,
mi sombra entre los álamos.
Y aquel olor a lluvia de otras lluvias
y el columpio en el patio
y el ceibo y el naranjo
mis trenzas y tus besos
y los vientos del sur y mi inocencia
el boceto inacabado del regreso
y las hilachas de mi cuerpo,
sin darme apenas cuenta,
ya se han arrinconado en la maleta.
Allí donde encanece este destierro
y las estaciones extrañan su destiempo
yo envejezco.

15 comentarios:

Ricardo Guadalupe dijo...

La compañía en el camino a la vejez se hace imprescindible. Así es más divertido jugar con todas esas cosas nuevas que se van aprendiendo en el camino.
Un beso,
Ricardo

pepa mas gisbert dijo...

Envejecer solo o acompañado, envejecer dignamente dado que es inevitablel, enevejecer alegremente en lo posible, seguir vivo y esperando teniendo una razón para esperar.

Beatriz dijo...

Ricardo,
Alma,
El destierro nos hurta hasta el transcurrir del tiempo de aquello que nos perteneció. El paisaje, el camino, el sentimiento, todo lo que fue nuestro, envejece pese a que la memoria se obstine en retener la imagen que se nos grabó en la partida. Sin darnos cuenta

Un abrazo

Raquel Barbieri dijo...

Beatriz,

Imagino esa maleta como una de ésas de cuero acartonado o cartón cuereado, con etiquetas de lugares visitados y quizás, con algún raspón. Dentro de la maleta imagino fragancias de los álamos, de la hamaca del patio y las flores de azahar del naranjo... todo con un halo que indica que no es nuevo.
Hay aromas que siendo viejos son muy ricos.
Hay vejeces que son más lindas que ciertas juventudes.

Hermoso
Besos :)

Beatriz dijo...

Imaginas muy bien Raquel,
yo también veía una maleta de cuero acartonado con esos ángulos reforzados con chapas de cobre (creo) y todos los sueños y los recuerdos de un inmigrante y un trozo de su vida detenido entre la partida y el regreso adormeciéndose en esa maleta.
Un abrazo.

Diana H. dijo...

Esas imágenes son un precioso equipaje que de algún modo nos han hecho lo que somos. Así que lo que hay es mucho más que lo que se ve y somos también lo vivido.
Creo que la vejez debería ser también un lugar de juegos, como dice Ricardo, diferentes pero no menos interesantes.
Un beso grande.

Siona dijo...

Bonita poesía, muchas imágenes, una geografía para el envejecer y el transitar, me gustó...saludos!

Francisco Ortiz dijo...

Hermoso poema, con versos estupendos, nada forzado y muy compartible.

Raúl dijo...

Este verso escueto:
"los abriles..."2 me ha encantado, Beatriz.
Abrazos.

Carlos dijo...

Paradojalmente envejecer juntos nos vuelve más jóvenes cada día. Hay algo en la companía del otro que retrasa la pena y los relojes.

Bello poema, beatriz.

Un beso joven. :)

Beatriz dijo...

Diana, las maletas guardan en su interior el recuerdo de ese transitar nuestro por la vida.Al menos cuando las abrimos creemos encontrar, mágicamente, mucho de lo fuimos y de lo que vivimos

Ese tiempo allí detenido.
Un abrazo y una alegría encontrarte siempre en mi rincón, amiga.

Beatriz dijo...

Siona,
bienvenida a mi lugar en el que sólo podemos compartir emociones.
Pero es a través de ellas como nos conoceremos. Hermosa manera de acercarnos.
Gracias por tus palabras.
(Te linkearé para seguirte)

Beatriz dijo...

Francisco,
Cuando encuentro tus palabras siento la recompensa a mi trabajo.
Tu respeto por la buena lectura y tu rigor con la escritura es para mí, casi como la nota que espero para convencerme que sí, que ha valido la pena.-
Gracias maestro.
Un saludo

Beatriz dijo...

Raúl, le doy mucho valor al comentario a sabiendas que tu tiempo es limitado y hermosamente aprovechado con las presentaciones de tú "Elefantiasis".
Gracias por acercarte
Un saludo y éxitos

Beatriz dijo...

Gracias Carlos,
por tus palabras y por ese beso joven.
Un abrazo-