"Con la palabra se ve lo no visto, o incluso lo no visible"-
EMILIO LLEDÓ. El silencio de la escitura

martes, 25 de octubre de 2011

DESENCONTRÁNDONOS

Ilustración: Mirna Ledesma


El encuentro fue casual. Caminábamos en direcciones opuestas y de repente, después de mucho tiempo, estábamos frente a frente esforzándonos en identificarnos. Recelosos, con la duda o el temor, de equivocarnos.
Nos hubo pasado tantas veces esa ineludible sensación de confundirnos, de no reconocernos, de saber que ya no éramos; ese angustioso temor de descubrirnos cada mañana sabiendo que íbamos dejando de ser, y ese desgarro en el instante último en que fuimos conscientes de que tú ya no eras tú, y yo ya era otra.
Y ahora de pronto en esta casualidad que nos ha paralizado percibimos esta extraña sensación de dos cuerpos, el tuyo y el mío, con la tentación de acercarse; esta inexplicable atracción que nos brota desde muy adentro y hace que nos reconozcamos en este espacio de pasos detenidos, en este impulso sereno de volver a ser nosotros otra vez, inesperadamente, en este encuentro casual, anhelando que se concrete este titubeante intento de abrazarnos y que se entrecomille esta brevedad.
- Estás guapa -me dices con un hilo de voz tan frágil como nuestra propia historia.
-Me alegro de verte- contesto con temor de que el equívoco surja como antes.
Tiemblo. Tú también.
Ambos percibimos la confusión en la piel. Sólo en la piel.
Porque tú y yo, o uno más que el otro, o los dos con la misma intensidad hoy  hemos  sentido un pellizco en el alma. Por ese tiempo en que fuimos uno y uno sin esforzarnos por ser dos. Por ese tiempo perdido. Y porque a veces,  irremediablemente, es demasiado tarde para sumar diferencias.



14 comentarios:

Rochies dijo...

Tal vez es hora de sumar diferencias, y 1 + 1 = 2.

pepa mas gisbert dijo...

Y porque aún en la extremas diferencias lo que hubo vuelve a encontrarse.

Juan Herrezuelo dijo...

Acaso porque antes se dividieron las similitudes... Sin ambargo, en este encuentro casual se advierte la posibilidad de que entre esos dos seres en que acabaron convirtiéndose después de dejar de ser quienes habían sido el uno para el otro pueda nacer la sugestión de una nueva primera vez.

Vicente Corrotea dijo...

Beatriz: Me pasa algo así como que intuyo lo que vas a entregarnos en tu entrada y, claro, recibo una sorpresa grata y profunda, con una caligrafía tranquila (me lo imagino) retirada de las calles pero siempre estando allí, donde el corazón recuerda o vuelve a vivir la gloria o el desencanto de un encuentro, un aroma antiguo percibido que ahora vuelve en el viento sensual de lo posible, de lo que la sociedad nos hizo tan expertos en saber controlar.

J. G. dijo...

me gusta la transformación imaginaria del breve encuentro casual en causal. genial

Raúl dijo...

Casi un tratado filosofico sobre el "encuentro"... "o el desecuentro", Beatriz.

Diana H. dijo...

No podrías haber elegido mejor las palabras para describir ese momento. Lleno de poesía, el único idioma capaz de transmitir la profundidad de ese encuentro que irrumpe en sus realidades.
Me encantó, Beatriz.
Un beso.

Beatriz dijo...

ROCHITA,
ALMA,
JUAN,
VICENTE,
J.G.,
RAÚL,
DIANA,
y DON VITO ANDOLINA,(alguien que se agrega para compartir palabras)

A todos mil gracias.

No ha sido indiferencia mi ausencia de respuestas a vuestros comentarios, nada más lejos de mi voluntad, sino la invasión salvaje de un constipado(con fiebre) que me impedía mover hasta los dedos en el teclado.
No obstante he visitado vuestros lugares y alli donde la técnica no me lo impide ( a muchos de los blog que sigo me es imposible accede para dejar comentarios)luego de disfrutar leyéndolos les quedan huellas de mis recorridos.

Un abrazo para todos y cada uno de vosotros

Beatriz Salas Escarpa dijo...

Hola Beatriz, tocaya,
llevo un buen rato leyendo algunas de tus entradas y me encanta tu blog. Me he quedado prendada de esta ¿Te importa si la grabo?
Es magnífica!
Un fuerte abrazo, poeta!

Beatriz dijo...

Vaya sorpresa querida Beatriz,no tengo por costumbre regresar a los textos que he escrito. Doy por sentado que deben crecer o desgastarse por sí mismo. Pero hoy he intuido que "Desencontrándonos" me necesitaba, y heme aquí asombrada por la casualidad "o acaso una causalidad" que hace que te encuentre pidiéndome que te deje mis palabras para que le des la carga de emoción que agregas con tu voz. Mis palabras son tuyas y yo quedo agradecida por el respeto que sé que sientes por la escritura.
Un abrazo "tocaya"

Beatriz Salas Escarpa dijo...

Bueno Beatriz, siento el retraso pero por fin he podido grabar y acabo de colocarlo en mi blos este maravilloso texto que tanto me ha gustado y que me ha hecho feliz realizándolo.
Te dejo un abrazo agradecido y te invito a que me digas si te gusta como ha quedado.
Un fuerte abrazo

http://beatrizsalas10.blogspot.com.es/2012/04/beatriz-helbling-desencontrandonos-del.html

Tatiana Aguilera dijo...

Hola Beatriz, vengo del blog de tu tocaya Bea...El texto elegido es bello y aquí estoy para seguirte.
Besos.

Unknown dijo...

Bella expresión de la piel en las palabras. Me trajo Beatriz Salas, pero estoy cerca.
http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/

Ceciely dijo...

A veces pasa...si a veces...cuando se están juntos...compenetrados...solo hay uno...pero cuando son dos...hay un pellizco en el alma ...Muy bella entrada...le disfruté mucho...qué reflexión!!!
saludos cordiales